5 acciones básicas que puedes realizar en tu vida diaria para reducir tu huella de carbono
Antes de iniciar, es importante dejar en claro qué es la huella de carbono. ‘La huella de carbono se define como el conjunto de emisiones de gases de efecto invernadero producidas, directa o indirectamente, por la actividad humana.
Teniendo esto claro, procedemos a compartir 5 acciones básicas que todos podemos realizar en nuestra vida cotidiana y que nos van a ayudar a reducir nuestra huella de carbono.
1. Controla el consumo de agua diario
En la de la ducha, al lavarse los dientes, cuando se lavan los platos, al lavar el carro o la moto… En estos momentos es cuando más conscientes debemos ser de la importancia de ahorrar de agua.
Una ducha, por ejemplo, no debería durar más de 5 minutos. Expertos afirman que 5 minutos es un tiempo más que suficiente para quedar limpios y bien aseados. Se estima que durante una ducha de 10 minutos se pueden llegar a gastar casi 200 litros de agua, mientras que en una ducha de 5 minutos no se deberían usar más de 90 litros.
2. Utiliza medios de transporte sostenibles
Por fortuna, esta es una práctica que cada día va teniendo más adeptos.
Como muchos lo saben, los vehículos a combustión son uno de los principales generadores de gases contaminantes. En promedio, un automóvil particular produce aproximadamente 4,6 toneladas de dióxido de carbono al año.
Es por eso que, en época de crisis ambiental y de calentamiento global, usar medios de transporte sostenibles se convierte en toda una revolución. Hoy en día existe una amplia variedad de vehículos eléctricos que pueden ayudar a reducir nuestra huella de carbono: carros, motos, patinetas y, como no, desde siempre, nuestra fiel amiga: la bicicleta.
3. Recicla y reutiliza
Muchas de las cosas que tiramos diariamente a la basura pueden seguir teniendo una vida útil. Esto nos lo han repetido hasta el cansancio, pero es que en realidad es una forma muy efectiva de aportar al cuidado del medio ambiente.
Cuando reciclamos materiales como cartón o plástico, estos se pueden reutilizar para fabricar nuevos productos. Cuando tiramos una botella de plástico, por ejemplo, esta puede tardar hasta 500 años en descomponerse.
Lo mejor de todo es que reciclar es algo que podemos hacer todos en casa y no cuesta mucho trabajo.
4. Usa bolsas reutilizables
Esta es quizá la manera más fácil que tenemos para ayudar al medio ambiente.
Estudios indican que, en promedio, una persona puede llegar a usar más de 200 bolsas plásticas al año. Si tenemos en cuenta que una bolsa plástica puede tardar hasta 100 años en descomponerse, y que la mayoría de ellas terminan en la basura, las bolsas reutilizables se transforman en un arma de gran impacto contra la contaminación diaria.
Las bolsas reutilizables son sinónimo de vida.
5. Desconecta los aparatos que no estés utilizando
¿Alguna vez te ha pasado que terminas de cargar el celular y olvidas desconectar el cargador? Resulta que, aunque no tengamos ningún dispositivo funcionando, un cargador conectado al enchufe nunca para de consumir energía. Esto se conoce como consumo fantasma y ocurre en la mayoría de hogares.
Pero no solo pasa con los cargadores de celular, ocurre casi que con todos los electrodomésticos del hogar. Hay días en los que pasamos la mayor parte del tiempo fuera de la casa y dejamos conectados los televisores, computadores, equipos de sonido y demás dispositivos que, aunque no estén encendidos, siguen consumiendo energía.
Nuestra recomendación es desconectar todos los dispositivos que no se estén usando. De esta manera contribuimos al cuidado del medio ambiente y de paso ahorramos dinero en la cuenta de servicios.